miércoles, 14 de febrero de 2007

LA OBRA

ASÍ ES (SI ASÍ OS PARECE)
(1917)

Así es (si así os parece) es un gran clásico, un clásico popular, y es como la definió el propio Pirandello, una farsa filosófica. Farsa en tanto y cuanto afronta de forma desenfadada e irónica uno de los temas filosóficos existenciales de mayor importancia: el tema de la verdad. Pero no sólo, la obra es también un Pirandello policíaco, cuyos protagonistas son víctimas y perseguidores, detectives y sospechosos, un feroz retrato de la burocracia provinciana. Pirandello esculpe unas inolvidables caricaturas de mujeres cotillas sedientas de enredos y noticias, y de hombres importantes dispuestos a encontrar soluciones a situaciones incomprensibles.

En una pequeña capital de provincias llega un funcionario del estado, el señor Ponza, un hombre misterioso y oscuro que guarda consigo un secreto. En la ciudad se corre la voz, de hecho, de que obliga a vivir separadas a su mujer y a su suegra, y de que no permite entre ambas ningún tipo de contacto. En la casa del señor Agazzi, consejero provincial, la mujer de éste y su joven hija, junto a otras amigas y vecinas se hallan en un estado de excitación e inquietud extremas debido a una curiosidad que parece no tener límite. ¿Por qué la suegra del nuevo funcionario, la señora Frola, vive alejada del yerno y de la hija? ¿Por qué se le prohíbe tener contacto alguno con ella? Para resolver sus dudas escuchan tanto la versión de la señora Frola como la del señor Ponza. ¿Quién de los dos miente?, ¿quién está loco? El misterio quedará resuelto sólo con la llegada de la hierática señora Ponza que, cubierta por un velo, metáfora de la verdad oculta, hará una sorprendente confesión.

El contexto histórico de la obra, la ambientación y la caracterización de los personajes está magistralmente matizados por el autor. Sin embargo todo ello quedará superado por el interés general y la pertinaz obstinación que muestran todos y cada uno de los personajes para resolver a toda costa el misterio. La obstinación hará que la inicial curiosidad se convierta en una malsana murmuración, y ésta a su vez se transformará en una crueldad enfermiza. En medio a todos estos personajes indiscretos y entrometidos sobresaldrá la figura de Lamberto Laudisi que, alter-ego del propio Pirandello, será el único personaje que adopte una actitud diferente para afrontar la situación, una actitud de vanidoso desdén y superioridad que se opone a la actitud de curiosidad enfermiza del resto de los personajes, parte coral de la comedia.

El 18 de junio de 1917 la obra se estrenó en el teatro Olympia de Milán interpretada por una de las más grandes actrices del teatro italiano, Maria Melato. El éxito de crítica y público fue tan extraordinario que la obra fue llevada a París y llegó a convertirse en obra de repertorio de la Comédie Française. Desde entonces Así es (si así os parece), considerada una de las obras maestras del teatro del autor, ha tenido puestas en escenas, realistas, psicoanalíticas, expresionistas, simbólicas o en tono de farsa. Todas ellas han sido propuestas válidas, ya que la obra permite múltiples lecturas al hallarse, según palabras del autor, en un ‘difícil equilibrio entre la comedia de la curiosidad y el drama de lo desconocido’, y que exige, según la opinión de varios expertos, una interpretación compleja y de primer orden.

Pirandello estaba seguro de la originalidad del texto, escrito en uno de los momentos más dramáticos de su vida, entre un cambio de casa, el empeoramiento de la enfermedad mental de su mujer que lo acusaba de incesto con su hija, Lietta, sus profundas crisis de identidad: ‘yo cavo y cavo y me hallo en un pozo’ escribe a su hijo Stefano, prisionero de guerra en Mauthausen (la imagen del pozo también aparecerá en la obra). Comedia y tragedia, ambas cosas serán constantes en la obra. De la farsa al melodrama, del melodrama al teatro de tesis, del teatro de tesis al teatro de misterio y de nuevo a lo burlesco y a la comedia para volver al drama y la tragedia en un ir y venir sorprendente, trazado con equilibrio y pulso firme.

Como ocurre en la mayor parte de su teatro, el autor desarrolla la obra a partir de un relato. En este caso la comedia está sacada del cuento La señora Frola y el Señor Ponza, su yerno. La conversión del relato en comedia produjo un salto cualitativo de tal envergadura, que no es exagerado afirmar que la revolución teatral de Pirandello se inicia justamente con esta obra. Se suelen señalar como factores innovadores la invención del personaje de Lamberto Laudisi, la adopción de una estructura teatral que anticipa la creada en los Seis personajes y la creación de oposiciones de grupos. Frente al grupo constituido por el trío recién llegado a la ciudad nos hallamos con el grupo constituido por la sociedad pequeño-burguesa de la capital de provincias. Frente a unos personajes trazados de forma dramática y que rompen con las reglas sociales, nos hallamos con unos personajes trazados cómicamente y que se apegan a esas normas. Entre medias, Laudisi, el personaje no sólo espectador, sino el comentarista, el filósofo, el hombre irónico e ingenioso que se convierte en el diablo creador de la acción de la obra.